Los ucranianos en las ciudades de primera línea se sienten más afectados por la invasión rusa

Bajo órdenes del presidente Volodymyr Zelenskyy, las fuerzas de Ucrania se apresuran a fortalecer sus líneas de defensa. Afirman que resisten, pero Rusia los está atacando con devastadoras bombas planeadoras, misiles y artillería pesada para intentar abrirse paso. A sólo 30 kilómetros al noroeste de Avdiivka, Myrnohrad está en su punto de mira. Lo mismo ocurre con las cercanas ciudades de primera línea de Kostyantynivka, Kramatorsk, Pokrovsk y Slavyansk, todas las cuales están sufriendo intensos y constantes ataques rusos, lo que deja a los lugareños pocas opciones más que huir. De la población de Myrnohrad de antes de la guerra, de 47.000 habitantes, sólo queda aproximadamente la mitad. Lo mismo ocurre con todas las demás ciudades y pueblos de la región: más de 1 millón de personas han huido desde 2022, según las autoridades regionales. Esa tendencia seguramente continuará a medida que las fuerzas rusas superen en armas y en número a los soldados ucranianos que luchan por mantener la línea. "Desafortunadamente, el enemigo nos supera con creces en número", dijo Yuriy Fedorenko, comandante del batallón de drones "Aquiles". Mientras hablaba, imágenes en vivo de drones mostraron a las fuerzas rusas en movimiento. "Por cada uno de nuestros disparos de artillería, el enemigo dispara cinco, seis, a veces siete proyectiles", añadió. La presencia de Rusia se hizo…   sentir en la ciudad, que contaba con 80.000 habitantes antes de 2022. Decenas de edificios y, más recientemente, la estación de tren de la ciudad han sido destruidos por misiles. Es la segunda vez que Kostyantynivka se encuentra en el camino directo de las tropas rusas, después de haber estado ocupada durante casi tres meses en 2014. Una gasolinera local recomendó a sus clientes y empleados que permanecieran el menor tiempo posible en sus instalaciones “en relación con el mayor nivel de peligro. . . asociado con fuego de cohetes y artillería”. En otras ciudades cercanas al frente, especialmente aquellas que sirven como centros logísticos, los residentes han sido objeto de intensos bombardeos desde principios de año. Muchos pasan las noches bajo tierra, en sótanos o refugios antiaéreos. Además de los constantes bombardeos, la gente sufre una grave escasez de alimentos y medicinas. Visitar a un médico es difícil, ya que las clínicas y hospitales están llenos de soldados heridos. Casi todos los residentes entrevistados por el Financial Times mencionaron el alto costo psicológico que la guerra había cobrado en sus comunidades.